El Progreso
Cree que es el momento en el que las administraciones deben apoyar al campo, sector que considera «estratégico» para Galicia, y valora las garantías alimentarias que tienen los consumidores
ACRUGA será distinguida hoy con el premio Aresa, que alcanza su undécima edición fruto del compromiso de esta empresa con el sector agroganadero y de la colaboración de la USC. Carlota López , licenciada en derecho y MBA de la Escuela de Negocios de Caixanova, lleva cinco años ligada profesionalmente a este grupo familiar, que preside Álvaro Rodríguez Eiras.
¿Qué méritos acumula Acruga para recibir esta distinción? Acruga responde a la finalidad con la se creó el premio, reconocer aquellas iniciativas que contribuyan a la mejora de la economía rural de Galicia. Es una asociación que se ocupa de la mejora de una raza, la rubia gallega, que es autóctona y con unas características merecedoras de protección, como son la gran calidad de su carne, su buen rendimiento y la docilidad, que le hace muy adecuada para su manejo. Se ha ocupado de aglutinar a 2.800 explotaciones. Ha hecho una labor de investigación muy importante en colaboración con la USC y otros centros. Se ha preocupado por expandir internacionalmente la raza y mejorar sus canales de comercialización.
El campo está en crisis permanente, pero ¿cómo está afectando la actual? El momento es difícil. La crisis afecta a todos. Ahora, más que nunca, es fundamental el apoyo al sector por parte de las administraciones públicas y del propio sector, que es estratégico para Galicia y que además tiene unas ventajas muy importantes, como la calidad de sus productos, reconocida internacionalmente. Ésa debe ser la base para salir de ésta y de las crisis que puedan venir.
Además, está la escalada de precios de las materias primas. El mercado de las materias primas es global. Es como la bolsa. Tenemos que ser capaces de lidiar con esa situación. Nos preocupa a todos. Por eso uno de los miembros del jurado en esta edición es Gerd Botter, director general de Nanta para España, que es filial de Nutreco, la mayor fabricante de alimentación animal en Europa.
¿Hay especulación en el mercado de las materias primas? Los que generan los precios de los cereales a nivel mundial son unos pocos operadores. Es como el oro, el petróleo o la bolsa. Se rige por tanto por la ley de la oferta y la demanda. Si hay más apetito por los cereales suben los precios, algo con lo que no podemos luchar desde aquí.
¿Se está notando en el sector la crisis alimentaria por la cabaña porcina alemana? Éste fue un caso concreto de una empresa productora de grasa para forrajes que incumplió la normativa y generó una contaminación. Pero yo creo que se ha mejorado muchísimo y en Europa, no sólo en Galicia, estamos en un nivel de seguridad alimentaria muy bueno. Hay controles estrictos en todas las fases del proceso, desde la producción de la materia prima hasta que llega al consumidor final. Casos de incumplimiento puede haberlos, como en todo, pero la calidad y las garantías las perciben los consumidores, que se dan cuenta de los esfuerzos que hacen el sector y la administración.
¿En qué proyectos está inmerso el grupo Aresa? Acabamos de estrenar unas instalaciones de logística en Begonte desde donde pretendemos centralizar nuestra oferta y dar así un mejor servicio a los clientes. El grupo Aresa acaba de cumplir 40 años. Sus inicios fueron en un pequeño bajo comercial en Montirón, en donde el fundador, Álvaro Rodríguez Eiras, y dos empleados traían abono y cebada y lo elaboraban todo a mano. Hoy en día, junto con el grupo Soaga, con el que participamos, somos líderes en la distribución de fertilizantes en la cornisa cantábrica y Portugal. Tenemos 40 empleados y 15.000 metros cuadrados en instalaciones, entre la sede de Lugo, la fábrica de Granova y la plataforma logística en Begonte y el almacén de fertilizantes en Rábade, además contamos con 40 tiendas agrícolas ‘Todocampo’.