El presidente del consejo de administración de Ingapan, Xosé Manuel Chousa , fue el encargado de recoger el décimo premio Aresa ayer por la noche en la facultad de Veterinaria y, entre sus muchos agradecimientos, hubo uno significativo: hacia los agricultores y ganaderos que elaboran la materia prima, no solo del pan de Ingapan, sino de los productos que solo por ser gallegos, tienen el sinónimo de calidad. Hoy, el nombre de Galicia, Aresa e Ingapan, también sonará en Haití , puesto que la mitad del premio (5.000 euros) se invertirá en la reconstrucción de escuelas en la isla. Noche de sueños.
Chousa, que estuvo acompañado de los miembros de las tres generaciones del grupo Ingapan, coincidió con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo en animar a los productores a aprovechar la crisis para explorar nuevos mercados. Feijoo recordó que el origen del grupo Ingapan, que vende en 17 países, está en una panadería de Lugo. «Si eso é posible, é posible o soño doutras moitas persoas», señaló Feijoo en su discurso, tan breve como su presencia: llegó justo a tiempo y se marchó nada más terminar, ni siquiera paró un minuto para tomar algo en el pincho que se sirvió después del acto. Inversión para la investigación. Ingapan donará la otra mitad del premio Aresa a la Fundación de Daño Cerebral , una de las dolencias sobre las que se investiga en las universidades españolas. El catedrático de Teoría da Literatura e Literatura Comparada de la USC y secretario de la RAE, Darío Villanueva , fue el encargado de dar la conferencia del acto, en la que recordó la necesidad de que la Administración y los empresarios colaboren e inviertan en la investigación para que la Universidad aporte cada vez más a la sociedad. El rector de la USC, Senén Barro ; el rector de la Universidad de Las Palmas, José Regidor ; el presidente del grupo Aresa, Álvaro Rodríguez ; y Feijoo escucharon con atención sus palabras desde la mesa. Desde las butacas, lo hicieron otras autoridades políticas y sociales.