«No despedimos gente por la crisis, incluso puede que contratemos más»

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La Facultad de Veterinaria del campus de Lugo recibirá esta noche el premio Aresa de desarrollo rural en su novena edición. Como ya reconoció cuando se dio a conocer el fallo del jurado, el presidente de Aresa, Álvaro Rodríguez Eiras, sostiene que con esta distinción se quiere reconocer la contribución del citado centro al desarrollo de la agricultura y la ganadería y a la mejora de la economía rural en Galicia.

-La candidatura de la Facultad de Veterinaria fue propuesta por Aresa, ¿qué le llevó a decantarse por esta candidatura?
-Cuando pensé en este centro como uno de los candidatos al premios Aresa tuve en cuenta básicamente dos aspectos: que en el 2008 renovase su acreditación europea, siendo calificada por quienes la evaluaron como una de las mejores facultades de Veterinaria de Europa, tanto por su docencia e investigación como por sus dotaciones, entre las que sobresale el hospital clínico veterinario, y que en este 2009 se vayan a cumplir 25 años de la creación de la Facultad de Veterinaria. En principio fueron estos motivos los que me llevaron a proponer su candidatura, aunque hay muchas otras razones que hacen que este centro sea merecedor del premio Aresa.

-¿Qué aportó y aporta la Facultad de Veterinaria al desarrollo agroganadero de Galicia?
-Por decirlo de una manera sencilla: una fábrica que produce centenares de doctores de una especialidad tan directamente relacionada con la agricultura y la ganadería y en una provincia como Lugo, resulta evidente que tiene que tener una enorme influencia en este sector. No cabe duda de que los licenciados en Veterinaria que salen de este centro y se quedan a trabajar y a vivir en Lugo elevan la calidad de nuestra economía rural. 

-¿La contribución de este centro a los avances del sector primario continúa aún en estos tiempos de crisis?
-La Facultad de Veterinaria tiene un papel primordial en el desarrollo agrícola y ganadero. Basta decir que este es el centro de referencia de este campus, de la provincia, de Galicia e incluso de España, en cuanto a estudios veterinarios, para darse cuenta de esta realidad. Con el ritmo al que en la actualidad se están dando los avances, el tener al alcance de los agricultores y ganaderos gallegos a técnicos que están viviendo el día a día y conocen todos esos avances es toda una garantía y una ayuda grandísima.

-¿Cómo ve la situación del campo a día de hoy?
-En mi opinión, y afortunadamente, en el campo la crisis no está teniendo tanta repercusión como en otros sectores. Sí se nota, pero no tanto. Lo que pasa es que todas las informaciones que están saliendo en los medios de comunicación están contribuyendo a alarmar a la población, y aunque la gente del campo no se está viendo seriamente afectada por la crisis, sí que tiene miedo por la situación. En el caso de Aresa, la escalada del precio del petróleo hizo que el año pasado los fertilizantes multiplicaran por dos e incluso por tres sus precios y eso provocó que se restringiera el consumo. Esta situación ya está superada y los precios ya se han equilibrado, con lo cual el sector camina ya hacia su recuperación.

-¿Sería precisa algún tipo de medida para paliar los efectos de la crisis en el medio rural o para mejorar la situación por la que atraviesa?
-Nosotros hemos hecho una serie de peticiones a la Administración. Se trataría de poner en marcha medidas paliativas, como la de dar créditos a la agricultura para solucionar casos concretos de necesidad de financiación. También solicitamos que se promueva un uso racional de los fertilizantes. No cabe duda de que no se puede prescindir de ellos porque mejoran la cantidad y la calidad de los productos que se cosechan, y aunque estuvieran tan caros como hace unos meses -que ya no lo están- son necesarios. En cualquier caso somos partidarios de que se impulse su uso racional. Adoptando estas medidas se contribuiría a paliar la crisis y a animar el consumo, porque los agricultores están alarmados y se están retrayendo en los gastos, aún siendo estos indispensables.

-¿Y el grupo Aresa está notando de alguna forma la crisis?
-En el grupo empresarial que yo presido estamos construyendo naves para ampliar nuestras actividades y seguimos haciéndolo. Lo que sí hemos notado es un retraso en los pagos por parte de los agricultores, que cada vez tienen menos dinero y más miedo. En este sentido, la crisis la estamos sufriendo como vendedores y distribuidores. Creo que en los tiempos que corren ya es una buena noticia poder afirmar que la empresa no ha despedido a nadie a raíz de la crisis, es más estamos pensando en contratar alguna gente más.